Todo empezo aquela vez que de regreso a la zona rural donde naci, por motivo de ver un terreno que pertenece a mi familia y que desde que nos traladamos a la ciudad lo hemos tenido practicamente abandonado, en aquella ocasion mis padres no pudieron viajar y me toco a mi esa responsabilidad.
Emprendi el viaje despues del trabajo, por lo que la noche me encontro en la carretera.
El viaje duraba un poco mas de cuatro horas, por lo que pase en una estacion de gas, a comprar un poco de bebida y algo de comer.
Durante el camino una de las llantas del auto se pincho por lo que me tuve que apearme a la orilla del camino, el cual ya fuera de la cabina del vehiculo se veia verdaderamente solitario y lugubre por la oscuridad de la zona, solo a lo lejos se veian las pequeñas luces de alguna que otra casa.
En ningun momento paso por mi mente la experiencia que a continuacion describire: me encontraba sacando las herramientas para ser el cambio de la llanta cuando por alguna razon la radio empezo a fallar, a entrecortarce la estacion que en aquellos momentos oia, pense solo eso falta que la bateria tambien falle...
Sin prestarle mayor caso a ello prosegui con lo que hacia, cuando en medio de una de esas interrumpciones se ollo algo diferente, como una especie de susurros, fue tan breve pero audible.. aunque no le tome mucha importancia.
Y se lo atribui parte del cansancio y del nerviosismo por estar en medio de una carretera no muy transitada, prosegui colocando la llanta, cuando nuevamente se oyo ese susurro ahora un poco claro, y al mismo tiempo un viento helado paso por el lugar..
Ya eso fue suficiente para ponerme mas nervioso y preocupado, pues por alguna razon aquella tarea que estaba acostumbrado a realizar en menos de 15 minutos, ya llevaba un poco mas de media hora, parecia como todo hiba en camara lenta..
Al fin logre colocar la llanta y camine a aguardar las herramientas cuandolas luces del auto se apagaron y solo el tablero del radio seguia prendido pero sin audio al acercarme ala puerta del conductor y apunto de subirme, a traves del radio claramente escuche una entre mezcla de alaridos, se oi horripilante, lo cual me erizo la piel y porque no decirlo me hizo doblar las rodilla, casi me congelo, a no ser porque que eche a correr ya que las luces del auto empezaron a parpadear freneticamente.
Sin saber a donde dirigirme eche a correr como loco carretera abajo, en mis oidos no dejaba de rebotar ese espantoso alarido, cuando las piernas ya no me dieron me pare a descansar, sin percartarme casi habia corrido como un kilometro, logre divisar una pequeña vivienda al costado de la carretera y me dirigi hacia alli, toque la puerta y un señor de mediana edad habrio la puerta.
Imagino la cara que me vio, muy palido y sudoroso que me invito ha sentarme en un viejo sillon
y me ofrecio un poco de agua, luego de ver que me calme un poco me pregunto que me pasaba, si me habia querido asaltar o algo por el estilo.
Yo no estaba seguro de decirle lo que me habia sucedido, pues lo mas seguro es que pensara que esta loco, drogado o por lo menos ebrio, eso es lo que hubiera pensado yo si alguien me hubiera contado lo mismo.
Sin embargo tambien sentia la necesidad de contarle lo sucedido, tomando un poco de aire, le narre lo que me habia pasado, el me escucho antentamente sin pronunciar ni una sola palabra, cuando termine el se dirigio a una comoda que tenia en la habitacion y saco un periodico algo viejo y me lo alcanzo.
Cuando lo tuve en mis manos lei el siguiente encabezado " Victimas fatales en el choque de bus", aun no comprendia lo que aquello significaba, hasta que el señor me dijo:
"Ahi donde usted se quedo tirado, ahi mismito quedo el bus con la gente muerta, y agrego lo siguiente, usted no es el primero que lo asusta el grito del los muertos"

Autor: M. Orozco
Emprendi el viaje despues del trabajo, por lo que la noche me encontro en la carretera.
El viaje duraba un poco mas de cuatro horas, por lo que pase en una estacion de gas, a comprar un poco de bebida y algo de comer.
Durante el camino una de las llantas del auto se pincho por lo que me tuve que apearme a la orilla del camino, el cual ya fuera de la cabina del vehiculo se veia verdaderamente solitario y lugubre por la oscuridad de la zona, solo a lo lejos se veian las pequeñas luces de alguna que otra casa.
En ningun momento paso por mi mente la experiencia que a continuacion describire: me encontraba sacando las herramientas para ser el cambio de la llanta cuando por alguna razon la radio empezo a fallar, a entrecortarce la estacion que en aquellos momentos oia, pense solo eso falta que la bateria tambien falle...
Sin prestarle mayor caso a ello prosegui con lo que hacia, cuando en medio de una de esas interrumpciones se ollo algo diferente, como una especie de susurros, fue tan breve pero audible.. aunque no le tome mucha importancia.
Y se lo atribui parte del cansancio y del nerviosismo por estar en medio de una carretera no muy transitada, prosegui colocando la llanta, cuando nuevamente se oyo ese susurro ahora un poco claro, y al mismo tiempo un viento helado paso por el lugar..
Ya eso fue suficiente para ponerme mas nervioso y preocupado, pues por alguna razon aquella tarea que estaba acostumbrado a realizar en menos de 15 minutos, ya llevaba un poco mas de media hora, parecia como todo hiba en camara lenta..
Al fin logre colocar la llanta y camine a aguardar las herramientas cuandolas luces del auto se apagaron y solo el tablero del radio seguia prendido pero sin audio al acercarme ala puerta del conductor y apunto de subirme, a traves del radio claramente escuche una entre mezcla de alaridos, se oi horripilante, lo cual me erizo la piel y porque no decirlo me hizo doblar las rodilla, casi me congelo, a no ser porque que eche a correr ya que las luces del auto empezaron a parpadear freneticamente.
Sin saber a donde dirigirme eche a correr como loco carretera abajo, en mis oidos no dejaba de rebotar ese espantoso alarido, cuando las piernas ya no me dieron me pare a descansar, sin percartarme casi habia corrido como un kilometro, logre divisar una pequeña vivienda al costado de la carretera y me dirigi hacia alli, toque la puerta y un señor de mediana edad habrio la puerta.
Imagino la cara que me vio, muy palido y sudoroso que me invito ha sentarme en un viejo sillon
y me ofrecio un poco de agua, luego de ver que me calme un poco me pregunto que me pasaba, si me habia querido asaltar o algo por el estilo.
Yo no estaba seguro de decirle lo que me habia sucedido, pues lo mas seguro es que pensara que esta loco, drogado o por lo menos ebrio, eso es lo que hubiera pensado yo si alguien me hubiera contado lo mismo.
Sin embargo tambien sentia la necesidad de contarle lo sucedido, tomando un poco de aire, le narre lo que me habia pasado, el me escucho antentamente sin pronunciar ni una sola palabra, cuando termine el se dirigio a una comoda que tenia en la habitacion y saco un periodico algo viejo y me lo alcanzo.
Cuando lo tuve en mis manos lei el siguiente encabezado " Victimas fatales en el choque de bus", aun no comprendia lo que aquello significaba, hasta que el señor me dijo:
"Ahi donde usted se quedo tirado, ahi mismito quedo el bus con la gente muerta, y agrego lo siguiente, usted no es el primero que lo asusta el grito del los muertos"

Autor: M. Orozco
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